Sinopsi
Este ensayo iluminador analiza cómo es y cómo funciona el cine de Jean-Claude Brisseau, uno de los grandes cineastas europeos de los últimos tiempos y el único al que un magistrado, en el célebre y polémico caso judicial que condicionara sus últimos años de vida, cuestionó su práctica fílmica.
Apenas rozando esta controversia, Dana Najlis apuesta por volver al origen del cine y nos lleva de la mano por la tabula rasa que instauró el director de De bruit et de fureur (1988) y de Les anges exterminateurs (2006); un particular primitivismo que, en aleación con la tradición clásica y moderna, nos enfrenta de manera renovada a las disyunciones entre fantasía y realidad que comparten cineastas, personajes y espectadores.
La imagen que cobija y expulsa acoge en Brisseau al cuerpo que irrumpe, visible y misterioso a la vez, y con el que el cineasta ensaya, más allá de la moral, sus parábolas deseantes de seducción destructiva. Éstas son escrutadas aquí hasta hacernos ver y escuchar en ellas la posibilidad de desborde que caracteriza al erotismo trágico de un cineasta irrepetible que nos educó en las bondades y los peligros de perseguir sombras.