Sinopsi
Con esta rotunda afirmación da comienzo Albert Camus a El mito de Sísifo. Y, aunque tal vez podría parecerlo, no
supone una boutade. La cuestión del suicidio debe ser abordada como una especie de a priori del discurso filosófico,
como su condición de posibilidad. Pues, si la vida no merece la pena ser vivida, si el absurdo puede provocar el deseo
de abandonarla, ¿qué sentido tendría hacerse otras preguntas, por ejemplo, sobre la existencia de Dios, la moral o la
epistemología? El simple planteamiento y la tentativa de responder a estas preguntas implica la aceptación tácita de
una vida que no viene impuesta como ley, sino que es otorgada como opción que a veces exige ser validada por el
pensamiento.
El itinerario intelectual propuesto, deliberadamente amplio, trata de proporcionar una instantánea plural y rigurosa de
un problema que ha perseguido al pensamiento filosófico —esto es, a la humanidad— desde sus orígenes; cosa que
queda ampliamente probado por esta antología.
No se trata aquí de realizar una apología ni una condena del suicidio, sino de acceder con profundidad y rigor a una
realidad a menudo silenciada o reducida a la marginalidad a través de juicios simplistas y severos.