Sinopsis
Vicente Escudero es uno de los artistas más importantes de su tiempo. Es extraño que su obra no figure en los discursos de la Historia del Arte, en los Museos de Arte Contemporáneo, en las revisiones populares del canon estético del siglo XX, no ya como el actor que posa para unas fotos de Man Ray o unos dibujos de Francis Picabia, sino como el motor de una sensibilidad estética nueva, de modos de hacer que se adelantan con mucho a los de nuestro tiempo. Pensemos que casi treinta años antes de que aparecieran figuras como John Cage o Merce Cunningham, Escudero baila en un teatro de Nueva York durante 15 minutos en silencio, baila durante otros 5 minutos el aleatorio entrechocar de piedras, o durante otros 3 minutos el vibrato de una dinamo eléctrica. Es inusual encontrar en el campo del arte español y, también, en el campo del flamenco, una obra como Mi baile que publicó en 1947. Un testimonio autobiográfico que, además, intenta situar teóricamente su trabajo, situar sus l