Sinopse
La muerte llegó a no tener ninguna importancia. Moría
un hombre, se le daba sepultura a la orilla de la vía y se
colocaba encima una cruz de ramas. Eso era todo.
Una compasión honda arropa a los personajes de es- tos cuentos. A los miserables, que sufren hambre, en- fermedad y muerte; a los explotados y los emigrantes,
marcados por la injusticia; a las mujeres rotas, las niñas
solas y los pobres viejos cuyo mundo ya fue. Pero esa
cercanía, esa intimidad del narrador con sus protagonis- tas, se llena también de naturaleza fértil, de maternidad
gozosa y del placer de la carne y los sentidos.
Mediante una prosa limpia, continuamente evocadora,
y un estilo que destaca por sus ritmos, las elipsis y el re- trato de personajes a través de los detalles, Tomás Vargas
Osorio nos presenta una voz narrativa capaz de contem- plar la decadencia de la cultura sin apartar la mirada.
«En estas tierras, que no son los amenos valles pa- radisiacos de la alta montaña, los lectores nos aden- tramos en el corazón de las tinieblas y por momen- tos pasamos de Thomas Mann a Joseph Conrad».
Del prólogo de Héctor Abad Faciolince.