Sinopse
Pocas músicas tienen la capacidad de transmitir sensaciones como la cinematográfica. Músicas nacidas
al servicio de las imágenes, por supuesto, pero que funcionan independientemente de ellas, trasladando
al oyente emociones de enorme expresividad. Músicas descriptivas de estados de ánimo, de
tensión, de espacios abiertos, de aventura, de intimidad… Músicas, en definitiva, con vida propia más allá
de la pantalla. Como confirma Fernando Fernández en este libro en el que selecciona cien bandas sonoras
incuestionables, abarcando todo tipo de géneros (wéstern, bélico, negro, romántico, histórico, ciencia ficción…)
y décadas, del cine clásico al contemporáneo, de grandes títulos de la historia a films mediocres
que, sin embargo, son recordados por, precisamente, su imponente banda sonora.
Las 100 mejores bandas sonoras detalla, de forma didáctica pero amena y personal, cómo se desarrollaron
músicas legendarias a partir de conversaciones entre realizadores, productores y compositores, certificando
el peso de estos últimos para que la historia recuerde tanto lo que se escucha como lo que se ve. Grabaciones
de complejas sinfonías inolvidables, levantadas con enormes orquestas, o piezas recreadas con instrumentos
tradicionales o del pop y el rock, así como obras basadas en las nuevas tecnologías y que esconden el
invaluable e innovador trabajo de sus creadores. Un viaje sonoro en compañía de compositores cuyo talento
ha saltado las barreras del cine para alcanzar a públicos de toda condición, incluyendo a los oyentes más
exigentes: Max Steiner, Leonard Bernstein, Miklós Rózsa, HenryMancini, John Williams, Nino Rota, Maurice
Jarre, Ennio Morricone, Jerry Goldsmith, Vangelis, José Nieto, Ryuichi Sakamoto, Alberto Iglesias, Basil
Poledouris, Hans Zimmer...
Fernando Fernández, uno de los mayores expertos en música de cine, demuestra no solo un dominio sin
igual de cada una de las cien bandas sonoras seleccionadas, sino que, desde la emotividad, ofrece un libro en
el que la erudición y la anécdota se conjugan para recomendar unas creaciones musicales que, disociadas de
la imagen, trascienden aquello para lo que fueron creadas. Muchas de ellas forman parte de nuestro imaginario
común, reconociendo al instante con solo una nota, acorde o golpe de instrumento una gran película.